domingo, 26 de septiembre de 2010

LA NOCHE...

Irremediablemente, ésta nueva situación de mi vida en familia, me limita en cuanto a pasar las noches de sábado escuchando música y alcoholizándome como solía hacer. Me resistí mucho a la idea de comprar una computadora para mi cuarto, pensando en mi anterior adicción a internet y los juegos, pero con el nivel de incomunicación viviendo en pueblo quieto -por el Ajusco-, para hacer otras cosas, y mantener mi mente ocupada, no ha quedado de otra que volver a las trasnochadas en la red, ya sea encontrando cosas interesantes o simplemente perdiendo el tiempo en las redes sociales -como si algo bueno pudiese salir de ahí.

Anoche conocí a una mujer de Tlaxcala en Yahoo Ajedrez, tan aburrido estaba que le dí mi nombre de Facebook a la primera oportunidad, lo cual normalmente no hago. Hoy la bloqueé en el transcurso del día, paranoico como soy, o bien por sentido común, no lo sé.

El caso es que he caído en la rutina de la red, pasando horas durante el día jugando ajedrez, leyendo, chateando, jugando Mafia Wars, sin realmente hacer nada de provecho, ahora, se acaba de ir a dormir la única chica despierta en el mentado Messenger, anoche, desbloqueé a otra chica -tan aburrido estaba- y hoy, de plano mejor me puse a escribir ésto, con la esperanza que alguien lo lea, o mejor dicho, (¿a quién engaño?), porque en este momento ya no tengo con quien conversar -al menos no en el messenger, aún falta que cheque en Facebook.

Próximamente estaré publicando más cosas en éste espacio que he olvidado y desaprovechado, aunque en realidad me interesa más publicar unas reseñas de cine que enviaré a la Revista Cultural El Trajín, donde luego de una mala "discusión" donde no coincidimos en puntos de vista en cuestiones de técnica poética -el editor y yo-, he decidido no publicar más poemas por el resto del año -carajo, puedo publicarlos aquí y que los lean los elegidos, ¿no?-.

Así las cosas, nada parecería tener sentido de lo que he escrito, espero lo encuentren al leerlo, y además me dejen un comentario para saber que en la telaraña aún nos encontramos algunos arácnidos que no hemos sido devorados por la viuda negra.

¡Salud!

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